3/31/2020

Recordando a Krzysztof Penderecki

En estos tiempos aciagos, en que la atención se concentra en las muertes causadas por el virus que asola el planeta, no hay que olvidar que la muerte sigue, implacable, con todas sus armas y por todos los medios, alimentando las ausencias. Krzysztof Penderecki fue uno de esos ilustres personajes que perdió la partida con la muerte el pasado 29 de marzo "después de una larga y grave enfermedad".


La autenticidad de sus composiciones es quizás el más importante sello de Penderecki. La apuesta por el avant-garde, que le dio los primeros grandes triunfos y que también nos permitió reconocerlo a quienes a menudo husmeamos en los territorios de las vanguardias, no le supuso ninguna dificultad para volver sobre la tradición neorromática cuando quiso hacerlo: "En mi microcosmos musical, he unido la vanguardia con la tradición de la música sinfónica de los siglos XVIII, XIX y XX. No se puede ser artista sin conocer la tradición, sin haber digerido las obras del pasado ni haber estudiado a profundidad los grandes maestros". Así que su rango compositivo partía de las influencias de Bach, Bruckner, Mahler o Stravinsky y se alimentaba con la renovación y la apuesta por la atonalidad de Boulez o Cage.

Y claro, el cine como el más auténtico arte del siglo XX, no podía dejar de apelar a la creatividad del compositor polaco para enriquecer obras de directores como Kubrick ("El Resplandor"), Lynch ("Corazón Salvaje") o Friedkin ("El exorcista"). Recordemos algunos de esos intensos momentos: la obra para 48 instrumentos, Polymorphia, que sirvió tanto para "El exorcista" como para "El resplandor":







También quiero reseñar un documental (Paths through the Labyrinth - The Composer Krzysztof Penderecki) que realizó Anna Schmidt en 2013, tras seguir por más de un año al compositor y entrevistar a diversos artistas que trabajaron junto él para componer un valioso trabajo que también se remonta a los inicios de la carrera de Penderecki y a los momentos cumbres de su obra. Aquí pueden ver un fragmento:


Cierro este breve homenaje con una contundente reflexión del compositor polaco: "El destino de un artista es un laberinto. Cree conocer el camino, pero debe buscarlo sin tregua. A menudo avanza, pero de repente debe retroceder y reabrir una puerta que había cerrado. Es un diálogo constante con el pasado".

Imágenes y vídeos tomados de la circulación libre en la red.

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